PERIODICO DIGITAL "LA VOZ DE LAS COMUNIDADES"




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viernes, 3 de junio de 2011

HISTORIA DE LA COMUNIDAD BUENA ESPERANZA


La comunidad de Buena Esperanza empezó a formarse en la década de los años 60, como una comunidad dispersa de trabajadores en la propiedad del Señor Daniel Kordich.

Se encuentra ubicada sobre la carretera del municipio de Cotoca y la comunidad Nuevo Horizonte; en el Km. 22; sus límites son: al norte, con la Colonia Japonesa, al naciente, con el señor Daniel Kordich, al Sur con la propiedad Chorobí, al poniente, con el rincón de Sauce.

Sus primeros habitantes fueron Herminio Suárez, Valvina Suárez, Marcelino Suárez, Juan de Dios Parada, Carlos Bustillo, José Rivera, Gerardo Rivera, Inocente Parada, Benedetto Flores, Asensio Suárez, Abelardo Justiniano, Froilán Parada, Soveida Moreno, Isabel Parada, Modesto Cruz, Marco Rojas, José Taborga, Ernestina Angulo y Juan Carlos Angulo.

Los líderes de la comunidad en esa época fueron los señores: Gerardo Rivera y Marcos Rojas.

Orígen del nombre

El nombre de Buena Esperanza fue puesto a sugerencia de la mayoría de los comunarios que trabajan en la propiedad del señor Daniel Kordich que se llama "Hacienda Buena Esperanza".

Después de transcurridos ocho años, se forma el primer Sindicato dirigido por el señor Gerardo Rivera, conocido entre los pobladores como Tuchi.

Conflictos y soluciones

De acuerdo a los comunarios en aquel tiempo todos tenían parcelas y títulos de propiedad que los acreditaban como dueños legales, pero el dirigente Tuchi, como mencionan los pobladores, junto a su socio Humberto, pidió los papeles alegando que terminaría con sus trámites y vendió las parcelas al Sr. Augusto Chasagne sin que supiesen los otros comunarios.

En 1982 se organizó nuevamente un Sindicato Agrario, para apoyar a la comunidad, que por entonces sólo existían 6 a 7 casas, representados por el Sr. Ciprián Montero, quien se desempeñaba como el dirigente principal del lugar.

En 1983 el Sindicato Agrario con sus dirigentes Ciprián Montero y Sixto Parada inician un proceso legal contra un personaje de origen japonés por una extensión de 300 hectáreas de tierra. Un año después, en 1984, se da por terminado el pleito a favor del Sindicato y finalmente se firma el convenio de transferencia de tierras, siendo el dirigente principal el señor Juan Panique.

En 1991 Se construyó la primera escuela en la propiedad de don Esteban Kordich, contando con un ítem propio; ese mismo año se empezó la electrificación rural en la zona, por la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE).

En 1988 se construye la noria para el abastecimiento del agua, siendo la primera mejora de la comunidad.

En 1994 se empieza el trabajo y la unión de la sociedad civil, llegando a formarse la primera OTB integrando a 3 comunidades: Zafranilla, Poresaquí y Buena Esperanza.

En 1995 se independizó la comunidad formando su propia OTB a la cabeza de la señora Paulina Suárez. A principios del mismo año se inició la construcción de la capilla con recursos propios de la comunidad, así mismo se construyó la escuela y se perforó un pozo de agua de 92 metros de profundidad y se instaló una bomba manual con recursos de Participación Popular de la Honorable Alcaldía Municipal de Cotoca (al cual la comunidad pertenecia por entonces). Al finalizar el año se cambió la directiva de la OTB y se gestionó el trámite de la Personería Jurídica.

En 1997 se ofreció a los alumnos de la unidad educativa el desayuno escolar; se instaló el alumbrado público en la comunidad, y se tramitó la resolución Municipal de Warnes a la cabeza de Juan Panique.

En 1998 dejó de funcionar la OTB por motivos de trabajo de los dirigentes. El presidente de la Junta de Auxilio Escolar dejó el cargo en una reunión; por consenso de la mayoría fue elegido el Sr. Juan Velarde como presidente de la OTB. Ese mismo año se amplió la escuela. La empresa petrolera MAXUS donó material para la construcción de la posta sanitaria y la construcción de una vivienda para el maestro.

En 1999 Se consolidó la OTB a la cabeza del señor Juan Velarde, quien inició el trámite de un nuevo ítem para la escuela, el cual se consiguió a corto plazo. A finales del año se conformó el Comité de Agua y siendo los responsables: el señor Pablo Parada y la señora Perfecta Flores. Con los recursos de Participación Popular se consiguió el tanque metálico de agua más la bomba eléctrica.

En una reunión de la comunidad a solicitud de la directora Distrital de Educación se eligió el nombre de la escuela "Jorge Rivera", pero fue rechazado por la Dirección Departamental de Educación. En una nueva reunión se eligió el nombre de "Buena Esperanza" para la Unidad Educativa. Los siguientes ocho meses se gestionó y salió la Resolución Ministerial.

Apoyos

En el año 2000 asumió la presidencia de la OTB el señor Roberto Pérez, no se avanzó con las obras de la Alcaldía. Sin embargo, con la ayuda de la Oficina de Asistencia Social de la Iglesia OASI, se compró una hectárea de tierra para la ampliación de la comunidad.

También OASI capacitó a algunas mujeres en la producción de huertos de hortalizas de las cuales algunas continuan hasta la actualidad con esta producción.

En el año 2001 se construyó la nueva capilla con la ayuda del padre Miguel Gould, demoliendo la primera que era de barro y calamina. Este mismo año se cambiaron los techos de motacú de la mayoría de las viviendas por teja duralit, y a los que tenía techo de calamina se les construyó baños con ayuda anónima.

Últimas obras

En el año 2004 se construyó una nueva aula con recursos de la Participación Popular.

En el año 2005 se construyó con aporte de los padres de familia una tarima para la escuela y se gestionó con la Alcaldía la compra de un terreno para cancha de fútbol.
En los últimos cinco años se ha logrado la inversión de recursos municipales para la construcción de una dirección escolar, una cancha deportiva polifuncional, y baterías de baños para la unidad educativa.

En la actualidad Buena Esperanza, se muestra como una de las comunidades emprendedoras, en su seno acoge a gente de varios rincones del país, quienes día a día aportan con su granito de arena a esta comunidad, que si bien es cierto cuenta con ayuda, pero aún necesita más atención por parte de las autoridades que gobiernan el Municipio al cual pertenece esta población.